He intentado realizar un análisis
de cómo un entorno y diseño inadecuado del puesto de trabajo, incluso en
profesiones que no son "de riesgo", como en mi caso la de teleformador, pueden dar
lugar al mantenimiento de posturas forzadas y mantenidas. Este tipo de posturas
suele derivar en trastornos musculoesqueléticos, por ejemplo, patologías en la
zona cervical y en el músculo trapecio, síndrome del túnel carpiano, etc. Igualmente
importantes pueden ser las patologías de
la vista (disminución del parpadeo, sequedad ocular, fatiga ocular, etc.), y
las patologías de tipo psicosocial, (como el estrés, la ansiedad, etc.)
Es por esto que, al diseñar el
puesto de trabajo, es necesario tener en cuenta tanto las características del
equipo como de las personas, las características de los elementos de trabajo y
otros factores relacionados directamente con lo que cada uno de nosotros
podemos hacer para lograr que se adapten de la mejor manera posible a nuestras
necesidades.
En mi trabajo principalmente uso
el ordenador, que siempre debe ocupar la posición principal en la mesa, con la
pantalla y el teclado enfrente, de manera que no haya que torcer el tronco o el
cuello para manejarlo.
En la zona de trabajo , los
objetos que se usan más habitualmente deben colocarse al alcance para evitar
posturas forzadas para llegar a ellos, evitando siempre un exceso de
materiales y con los antebrazos apoyados
en la mesa.
Cualquier pantalla debe ser
legible desde cualquier ángulo de visión, al menos hasta 40°.
Las pantallas han de estar
colocadas perpendiculares a ventanas y en general, a todas las fuentes de luz
presentes en el puesto de trabajo. Se deben evitar la presencia de reflejos
(con cortinas o comprobar si tiene un tratamiento antirreflejos).
La configuración de la pantalla
del ordenador debe estar regulada dependiendo de la agudeza visual de cada
persona. Debe permitir ajustar la luminancia y el contraste de los caracteres.
El teclado debe colocarse de manera
que no esté justo al borde de la mesa; entre uno y otra deben quedar como
mínimo 10 cm. para apoyar las muñecas. Esto evitará posibles lesiones por
movimientos repetidos (o usar un teclado con reposamuñecas).
La postura correcta para trabajar
delante del ordenador es aquella en la que la parte superior del cuerpo y la
inferior están formando un ángulo recto ( 90º), con la espalda completamente
apoyada en el respaldo de la silla. Otras posturas (por ejemplo sentado con la
espalda sin estar apoyada en el respaldo), harían que el peso de la parte
superior del cuerpo fuese sostenido por la musculatura de la espalda (sobre
todo de la zona lumbar), provocando agotamiento, cansancio, pinchazos y
sensación de calor en la zona. Así que, cuidado con la silla! Una silla con 5
puntos de apoyo y giro del asiento y fácil de acercar a la mesa.
El ratón debe adaptarse a la
curva de la mano y si es posible
utilizar ratones inalámbricos pues facilitan el movimiento por la superficie de
la mesa.
Pero no sólo debemos tener en
cuenta los elementos de trabajo; la
disponibilidad de espacios adecuados, la temperatura-climatización, la
iluminación e incluso la elección de
colores, el acondicionamiento acústico... Todos ellos son factores que nos
influyen de un modo determinante en nuestro puesto de trabajo.
La iluminación natural es la más
adecuada, pero en ocasiones suele ser insuficiente. Por tanto, es recomendable
aumentar de forma general la iluminación en el lugar de trabajo con luz
artificial. En caso de tener que utilizar iluminación localizada, la luz debe
distribuirse de forma uniforme para el texto y el teclado. No a las luces de
apoyo que crean contraste lumínico y obligan a una adaptación continua del ojo
y que puede provocar fatiga visual.
Se recomienda que la temperatura
sea mantenida dentro de los siguiente rangos:
En época
de verano de 23°C a 26°C y en época de invierno de 20°C
a 24°C.
Cuando hablamos de “ruido” (desde
el punto de vista ergonómico) estamos refiriéndonos a una condición acústica
que nos resulta molesta y que puede llegar a ser un verdadero problema, es
decir, no desde el punto de vista de la
pérdida de audición sino del confort.
Hay que evitar la sobrecarga
eléctrica y el uso excesivo de regletas. Si las regletas llevan interruptor,
desconectarlas al terminar de trabajar y desconectar enchufes sin tirar del
cable, usando la clavija y clavijas con toma de tierra.
La aparición de nuevas
tecnologías, junto a las nuevas exigencias de formación continuada y las formas
de organización del trabajo orientadas a lo urgente, nos marcan un ritmo
competitivo que contribuye a la fatiga mental, siendo ésta una de las
características del trabajo actual. Por su parte, el estrés marca nuestra
respuesta a esas exigencias y condiciones.
Realizar con frecuencia pequeñas
pausas es adecuado para prevenir la fatiga física, mental y visual, además del
estrés.
Es importante que cada uno de
nosotros, en la medida de nuestras posibilidades, nos preocupemos por nuestra
propia salud, bienestar y comodidad, contribuyendo a crear un clima laboral
adecuado.