sábado, 27 de junio de 2020

REFLEXIÓN. ERGONOMÍA DIGITAL.


He intentado realizar un análisis de cómo un entorno y diseño inadecuado del puesto de trabajo, incluso en profesiones que no son "de riesgo",  como en mi caso la de teleformador, pueden dar lugar al mantenimiento de posturas forzadas y mantenidas. Este tipo de posturas suele derivar en trastornos musculoesqueléticos, por ejemplo, patologías en la zona cervical y en el músculo trapecio, síndrome del túnel carpiano, etc. Igualmente importantes pueden ser  las patologías de la vista (disminución del parpadeo, sequedad ocular, fatiga ocular, etc.), y las patologías de tipo psicosocial, (como el estrés, la ansiedad, etc.)

Es por esto que, al diseñar el puesto de trabajo, es necesario tener en cuenta tanto las características del equipo como de las personas, las características de los elementos de trabajo y otros factores relacionados directamente con lo que cada uno de nosotros podemos hacer para lograr que se adapten de la mejor manera posible a nuestras necesidades.
En mi trabajo principalmente uso el ordenador, que siempre debe ocupar la posición principal en la mesa, con la pantalla y el teclado enfrente, de manera que no haya que torcer el tronco o el cuello para manejarlo.

En la zona de trabajo , los objetos que se usan más habitualmente deben colocarse al alcance para evitar posturas forzadas para llegar a ellos, evitando siempre un exceso de materiales  y con los antebrazos apoyados en la mesa.

Cualquier pantalla debe ser legible desde cualquier ángulo de visión, al menos hasta 40°.

Las pantallas han de estar colocadas perpendiculares a ventanas y en general, a todas las fuentes de luz presentes en el puesto de trabajo. Se deben evitar la presencia de reflejos (con cortinas o comprobar si tiene un tratamiento antirreflejos).

La configuración de la pantalla del ordenador debe estar regulada dependiendo de la agudeza visual de cada persona. Debe permitir ajustar la luminancia y el contraste de los caracteres.

El teclado debe colocarse de manera que no esté justo al borde de la mesa; entre uno y otra deben quedar como mínimo 10 cm. para apoyar las muñecas. Esto evitará posibles lesiones por movimientos repetidos (o usar un teclado con reposamuñecas).

La postura correcta para trabajar delante del ordenador es aquella en la que la parte superior del cuerpo y la inferior están formando un ángulo recto ( 90º), con la espalda completamente apoyada en el respaldo de la silla. Otras posturas (por ejemplo sentado con la espalda sin estar apoyada en el respaldo), harían que el peso de la parte superior del cuerpo fuese sostenido por la musculatura de la espalda (sobre todo de la zona lumbar), provocando agotamiento, cansancio, pinchazos y sensación de calor en la zona. Así que, cuidado con la silla! Una silla con 5 puntos de apoyo y giro del asiento y fácil de acercar a la mesa.

El ratón debe adaptarse a la curva de la mano y  si es posible utilizar ratones inalámbricos pues facilitan el movimiento por la superficie de la mesa.
Pero no sólo debemos tener en cuenta los elementos de trabajo;  la disponibilidad de espacios adecuados, la temperatura-climatización, la iluminación e incluso la  elección de colores, el acondicionamiento acústico... Todos ellos son factores que nos influyen de un modo determinante en nuestro puesto de trabajo.

La iluminación natural es la más adecuada, pero en ocasiones suele ser insuficiente. Por tanto, es recomendable aumentar de forma general la iluminación en el lugar de trabajo con luz artificial. En caso de tener que utilizar iluminación localizada, la luz debe distribuirse de forma uniforme para el texto y el teclado. No a las luces de apoyo que crean contraste lumínico y obligan a una adaptación continua del ojo y que puede provocar fatiga visual.

Se recomienda que la temperatura sea mantenida dentro de los siguiente rangos:
En época de verano de 23°C a 26°C y en época de invierno de 20°C a 24°C.

Cuando hablamos de “ruido” (desde el punto de vista ergonómico) estamos refiriéndonos a una condición acústica que nos resulta molesta y que puede llegar a ser un verdadero problema, es decir,  no desde el punto de vista de la pérdida de audición sino del confort.
Hay que evitar la sobrecarga eléctrica y el uso excesivo de regletas. Si las regletas llevan interruptor, desconectarlas al terminar de trabajar y desconectar enchufes sin tirar del cable, usando la clavija y clavijas con toma de tierra.

La aparición de nuevas tecnologías, junto a las nuevas exigencias de formación continuada y las formas de organización del trabajo orientadas a lo urgente, nos marcan un ritmo competitivo que contribuye a la fatiga mental, siendo ésta una de las características del trabajo actual. Por su parte, el estrés marca nuestra respuesta a esas exigencias y condiciones.
Realizar con frecuencia pequeñas pausas es adecuado para prevenir la fatiga física, mental y visual, además del estrés.

Es importante que cada uno de nosotros, en la medida de nuestras posibilidades, nos preocupemos por nuestra propia salud, bienestar y comodidad, contribuyendo a crear un clima laboral adecuado.